País Dogón
Es un mundo mágico, extraño, misterioso e inolvidable con una gran historia.
TIERRA DE LOS DOGONES
Tenía muchas ilusiones por conocer Malí, país sub sahariano con diversidad de culturas. Comenzamos nuestro recorrido acompañando al rio Niger y es así que, partiendo de Bamako, pasamos por Segou y de allí a Mopti. El desierto del Sahara ocupa el norte del país y a medida que vamos en dirección sur entramos a una zona semi desértica, el Sahel, en el centro de Malí y hacia el norte de Burkina Faso. En esa zona se encuentra una falla geográfica denominada Falla de Bandiagara. Alrededor de esta falla se extiende la tierra de los dogones, donde se distribuyen más de 200 pueblos. Algunos de llanura, otros en mesetas o sobre el borde del acantilado. El país Dogón es considerado Patrimonio de la Humanidad.
Desde Mopti nos alejamos del rio Niger y entramos a la zona Dogón. El primer pueblo fue de cuento, con preciosas construcciones, casas y graneros sobre pilotes, construidos en tierra roja y techos de paja. Muchas de las casas están adornadas con dibujos sobre relieve representando figuras mitológicas de su cultura animista, aunque actualmente el islamismo a ingresado también como religión. Las puertas están talladas con diferentes figuras al igual que las puertitas de los graneros a los que se accede por una escalera hecha con un palo grueso.
Los dogones son un pueblo diferente al resto de comunidades africanas. De acuerdo con su tradición oral, llegaron a Mali hace 600 años. Las viviendas que construyeron en los acantilados eran para protegerse de los ataques de tribus enemigas propias de la región, viven de la agricultura, cultivando mijo y otros cereales.
Las tradiciones culturales de su comunidad demuestran que viven en completa armonía social. La vida es de carácter sagrado, por lo que cualquier disputa se soluciona pacíficamente, tienen construcciones especiales para la reunión de los ancianos o jefes comunitarios para solucionar los problemas que pudieran surgir en la comunidad.
Nos recibe un representante del pueblo y luego de caminar bastante entre las casas y los graneros, subimos un cerro donde se hacen las ceremonias de circuncisión para los jóvenes que ingresan a la adultez.
La serpiente sagrada:
Sobre las paredes de un enorme peñón, santuarios totémicos (binu), zona sagrada para las ceremonias, están los dibujos que representan a las principales familias de la comunidad, a los dioses que los protegen y a una enorme serpiente “Lèbe”, cuyo tótem suele esculpirse también cerca de la puerta de las viviendas.
Esas pinturas son retocadas todos los años. Los colores rojos los obtienen de la mezcla de la sangre de los circuncidados, con el polvo de una piedra roja. El color negro de carbón vegetal y el blanco de los huesos quemados de sus ancestros.
En este momento es la familia Guindó la encargada de hacer las circuncisiones, de traer la serpiente que vive detrás del peñón y las ofrendas para los dioses y los fetiches.
El maestro se sienta en una roca y el primer muchacho se sienta en otra, frente a él. La víbora asegura que todo va a salir bien y para eso se le ofrece la primera gallina. Luego el muchacho mira a la serpiente y el anciano maestro corta rápidamente el prepucio. La sangre se junta en un cuenco.
Así van pasando los muchachos y cada 30 se le ofrece a la víbora una gallina y la última gallina al terminar. La misma familia se ocupa de llevar a la serpiente atrás de la roca, la que volverá a aparecer dentro de 3 años.
La falla de Bandiagara es el corazón del País Dogon . Tiene una extensión de 200 km de largo y de 300 a 600 m de altura. A los pies del acantilado se encuentra otro de los poblados Dogón: Telly desde donde se extiende una llanura desértica hacia Burquina Faso. En las paredes del acantilado se encuentran las antiguas construcciones en adobe, sus casas adornadas y sus graneros. Allí pasamos dos noches. El calor era abrasador, entonces dormimos bajo las estrellas sobre el techo de una de las casas con vista al acantilado.
Es un mundo mágico, extraño, misterioso e inolvidable con una gran historia.