Colonos y Guaranies
En una armonía inestable
En la provincia de Misiones – Argentina – aún quedan pequeñas zonas de selva natural, lengua sur del corredor de selva, que baja desde el Paraguay. En esa zona conviven en un equilibrio inestable, los colonos provenientes hoy de Brasil y Paraguay (antiguamente de Europa – polacos, ucranianos, alemanes), con las comunidades nativas guaraníes de la etnia Mbya.
Los campesinos, viven hoy en pequeñas chacras, siguiendo con las tradiciones de los colonos originarios. Las casas son construidas sobre pilotes de madera; en las chacras se produce el alimento para el consumo familiar: maíz, porotos, arroz, mandioca, papas y animales de granja – pequeños paraísos -. Con los cultivos extensivos, se avanza sobre la selva virgen, abriendo caminos y deforestando.
Los guaraníes de la etnia M’bya, que aún conservan la cultura y costumbres de sus ancestros, se encuentran en los lugares más apartados de la provincia, paraísos naturales en peligro de extinción. Algunas familias han adoptado las viviendas que las Autoridades Provinciales les han otorgado, han modificado su forma de vida, pero han tenido el gran costo de la pérdida de identidad. Se han adaptado a los trabajos de campo y se han “mimetizado” con los jóvenes de los pueblos o colonias vecinas.
Los guaraníes necesitan de la selva para su vida, los colonos necesitan de la tierra para cultivo, los aserraderos necesitan la madera. En esa situación desarrollan sus vidas.